Depresión y Subjetividad. Tesis (*)

Capitulo 2 - EDAD MEDIA

Cabaleiro Ana Paula.
Fernandez Mugetti Guillermina.
Saenz María Paula.

            Este período de la historia se desarrolla desde la caída del imperio romano en el siglo V hasta la toma de Constantinopla por los Turcos.

            Lo que caracteriza a esta etapa en relación con la melancolía se puede resumir en dos puntos. Por un lado, se continúa en la medicina Arabe y Bizantina con la teoría de los humores de Hipócrates y Galeno. Por otro lado, se retorna con la nueva mentalidad del Cristianismo a las ideas de los antiguos filósofos como Platón y Aristóteles, introduciendo así la cuestión de las pasiones del alma.

En relación a la medicina se observa que los centros del saber médico se fueron trasladando de acuerdo a los avatares del momento histórico, económico, político y social: desde Alejandría a Roma, de Roma a Bizancio, luego a España árabe y finalmente a Salerno con Constantino el africano. Esto es fundamental, ya que hizo que se realizaran traducciones de las obras griegas y que se convirtieran en un aporte importante que hará que la tradición de los humores continúe. Así la medicina de este período se edificará sobre la griega. Jackson 1plantea que el pensamiento médico medieval se conforma por un lado de enciclopedias y tratados con fines prácticos, y por otro, de comentarios a  los autores clásicos: Hipócrates y Galeno. 

            A todo esto, se le suma el nuevo espíritu del cristianismo, cuya filosofía   revivía las escuelas filosóficas de la antigua Grecia. Según Gambra2, la filosofía cristiana se desarrolló en dos períodos bien diferenciados. El primero, denominado patrístico, corresponde a las postrimerías del Imperio Romano en los siglos I al IV. Fue el momento en el que se realizaron los primeros ensayos que buscaban armonizar la fe cristiana y la filosofía. En el segundo, luego de la caída del Imperio Romano y de siglos de invasión, la iglesia se encerró en los monasterios, recogiendo y transmitiendo la cultura grecolatina. Esto hizo que renazca en los siglos medievales la escuela cristiana llamada escolástica. El pensamiento cristiano se dividirá de esta manera en dos corrientes, la primera tiene como representante a San Agustín vinculado con la filosofía de Platón, y la segunda encontrará en Santo Tomas a su más fiel representante relacionado con la filosofía de Aristóteles.

            Así, es entre dos cauces ideológicos, el platonismo agustiniano y el aristotelismo tomista,  en relación a lo cual se deslizará el pensamiento medieval acerca de la melancolía. Y sumado a esto encontramos a la medicina bizantina y árabe en lo que a los humores respecta.

Los Humores en la Edad Media

             En la Medicina Bizantina , Alejandría era el centro principal de desarrollo. Los escritos más representativos provienen de tres enciclopedistas y compiladores médicos, que recogían fundamentalmente las obras griegas, convirtiéndose en representantes de la tradición Hipocrática y Galenica.

~ Orisbasio de Pergamo: En relación con la melancolía, cita la familiar tristeza y el miedo como síntomas fundamentales. Además, la mayor parte de sus escritos sobre ella están consagrados a recomendaciones y tratamientos en los que sigue a Galeno. Se observa también la influencia de Rufo de Efeso cuando sostiene que el mejor remedio contra la melancolía es el coito, porque “ hace desaparecer las ideas fijas del alma y tranquilizar las pasiones ingobernables “3

~ Alejandro de Tralles: Sus opiniones acerca de la melancolía eran conocidas  en los primeros tiempos de la Edad Media en Occidente y en el mundo de la medicina Arabe y continuaron  aceptándose durante todo este período y en el Renacimiento. Alejandro se refiere a un amplio margen de desordenes por lo que se observa que incluye bajo la etiqueta de la melancolía un grupo más numeroso de tipos de locura. Para destacar la complejidad de la melancolía se refiere a diferentes órganos que pueden enfermarse y utiliza para esto los tres tipos tradicionales de melancolía, incluyendo además la etiología; así Jackson plantea:

“ Primero razona dentro del marco de la teoría humoral, pero subrayando que la etiología humoral puede variar considerablemente. A este respecto, trata de casos debido a: (1) una plétora de sangre, que hace que los vapores suban al cerebro; (2) una interrupción del flujo sanguíneo, que parece implicar una obstrucción en el cerebro; y (3) un exceso de bilis negra, en la que la bilis resulta de la transformación de la sangre y que produce vapores que van hacia el cerebro...”4.

            En relación a esta ultima causa se refiere de manera extensa e incluye muchos de los síntomas conocidos de la melancolía, ya observados en autores anteriores como: tristeza sin causa, sentirse sin ánimo para nada y fácil presa del terror, desear la muerte , hostilidad hacia los amigos y sospechar que alguien intenta matarlo. En cuanto al tratamiento, también se centra en los tres tipos de etiología arriba mencionados.

~ Pablo de Regina: De su famoso  Epitape medica, sólo el tercer libro apareció en latín en los albores del medioevo, y justamente era el que  trataba las “enfermedades de la cabeza” y entre ellas la melancolía. En el capitulo sobre ella dice:

“ La melancolía es un desorden del intelecto sin fiebre... Los síntomas comunes a todos ellos (es decir, los tres tipos) son el miedo, desesperación y misantropía; y que se creen ser, algunos, animales, e imitan sus gritos, y otros, cachorros de barro y tienen miedo de romperse. Algunos desean la muerte y otros tienen miedo a morir; algunos ríen constantemente, y otros sollozan; algunos se creen impelidos por altas instancias, y predicen el futuro, como si estuvieran bajo la influencia divina; y a estos, por ello se les llama endemoniados o posesos...”5.

            En cuanto al tratamiento planteaba que en los casos en que la melancolía era una enfermedad principalmente cerebral habían de ser tratados con baños frecuentes y una dieta completa y húmeda junto con distracciones mentales apropiadas.

            La Medicina Arabe se conformó en la misma tradición hipocrático-galénica. Si bien es considerada una parte importante del pensamiento medieval, hay que tener en cuenta que esta medicina era árabe principalmente por el lenguaje en el que estaba escrito, ya que muchos autores no poseían esa nacionalidad. Los Árabes realizaron, según Herreros, un doble movimiento teórico:

“ Por un lado, rescatan el lugar del padeciente y de allí las varias anécdotas de intervenciones psicoterapeuticas en el tratamiento de trastornos mentales; por otro lado, transmiten una visión de la melancolía como enfermedad que todo lo invade...”6.

            Una figura importante en la medicina árabe fue Isaq ibn Imran en el siglo X, proveniente de Bagdad; señalaba que la melancolía no denotaba una enfermedad sino la bilis negra que era la causa de ésta, y definía  la enfermedad como:

“ ... un cierto sentimiento de aflicción y aislamiento que se forma en el alma debido a algo que el paciente cree que es real pero que es irreal. Además de todos estos síntomas psicológicos, hay otros somáticos como la pérdida de peso y sueño...”7 .

            En la definición misma de la enfermedad aparece como rasgo esencial lo irreal, en contraposición con lo real. Lo irreal es algo que no existe, que no puede ser verdad. Aparece acá la dimensión del error para dar cuenta de lo que no tiene explicación lógica. Así, al no poder explicar el mecanismo psíquico que da por resultado los síntomas, se supone que ese algo que cree el melancólico debe ser irreal, un error. Más tarde, a partir de Descartes esta categoría del error será nombrada como pasión en contraposición a la razón.

            Si bien Isaq explica el desorden siguiendo la teoría de los humores, según la cual la causa de la enfermada era la bilis negra y ubicaba a ésta como un desorden somático, podemos vislumbrar además que agrega algunos síntomas de carácter psicológico:

“ La melancolía puede tener causas puramente psíquicas. Miedo, aburrimiento o ira... De manera que la perdida de un ser querido o de una biblioteca insustituible pueden producir tristeza y aflicción tales que tengan como resultado a la melancolía...”8.

            Podría considerarse significativo la relación que se establece entre el concepto de melancolía con los de aflicción o duelo, pérdida y tristeza, que serán siglos después retomados y relacionados con el de depresión en la psiquiatría moderna.

            La obra de Isaq deberá esperar el próximo siglo para que Constantino el africano, figura clave en la traducción de los textos médicos medievales la traduzca al latín. Originario del norte de Africa se estableció en Salerno, luego paso a la abadía de Monte Casino, transformándose al cristianismo. Influenciado por las ideas galénicas e hipocráticas pero con una postura particular. Constantino planteaba:

“ La melancolía perturba el espíritu mas que otras enfermedades del cuerpo... Los accidentes que a partir de ella suceden en el alma. En efecto, la definición de la tristeza es la perdida de lo muy intensamente amado...”9.

            Para él, la melancolía tiene como síntomas el temor y la tristeza. Estos pueden afectar el alma provocando miedo y angustia.  En cuanto a la causa, siguiendo las teorías de Galeno e Hipócrates, planteaba que su origen era multiforme refiriéndose a una mala conformación de la esperma masculina o la menstruación femenina, o cuando una mala configuración cálida y seca, fría y seca domina, también puede darse por excesos de comida que se juntan en los cuerpos por la bilis negra.

            Es fundamental observar que influenciado por el cristianismo filosófico introdujo la cuestión de las pasiones del alma retomando una postura platónica, estableciendo así la concepción de la correlación entre el alma y el cuerpo. Para él  “el alma es un accidente del cuerpo”. El autor en su libro “ De Melancholia” dice:

“ ....Las acciones del alma y las del cuerpo se corrompen de este modo: El cuerpo pues sigue al alma en sus acciones. El alma, sigue al cuerpo en sus accidentes... Lo que quiso decir Platon es que el alma ligada al cuerpo recuerda  auténticamente cualquier cosa que haya sabido antes de unirse al cuerpo...”10.

            Así se observa la relación que el alma mantiene con el cuerpo. Más  adelante plantea:

“ La causa de la pasión del cerebro y de la mente en esta pasión es de dos clases: una es a partir de la acomodación  de la boca del estomago al cerebro, de donde es necesario que se asocie a la pasión...”11.

            La causa de la melancolía seguía siendo la concepción humoral. Sin embargo, se introduce algo novedoso: la tristeza como accidente, la pérdida de lo muy intensamente amado, ya no algo del orden de lo irreal.

En cuanto al tratamiento, recomendaba la introducción de materiales y actividades con características calientes  y húmedas,  también medicación y dietas tendientes a digerir o disolver la bilis negra.

En este punto sería importante reflexionar acerca de un cierto cambio en el autor en relación a la concepción de la medicina árabe.  Lo fundamental es su doble influencia de la medicina y de la ideología cristiana, lo que hace que introduzca la cuestión de las pasiones del alma.

            Otro importante conjunto de teorías sobre la melancolía lo da el “ Canon in Medicina” de Avicena, que fue un libro influyente durante el resto de la Edad Media, el Renacimiento y hasta entrado el siglo XVIII. Los capítulos acerca de la melancolía tienen su origen en Haly Abbas que estaba influenciado por Isaq ibn Imran. La melancolía era vista como un desorden causado por la bilis negra y se la definía como:

“ ...una desviación del estado natural acompañando por el miedo y una malignización de la bilis negra, en la que sus vapores suben al cerebro y asustan al paciente con su lobreguez...”12

            Fue principalmente en estas dos fuentes, en Constantino y Avicena en las que se basaron los autores posteriores medievales en relación con la melancolía. Esto ya se observa en el siglo XIII con Bartholomaeus Anglicus en un capítulo dedicado a la melancolía en “ De Proprietatibus Rerum”, citando a Constantino plantea:

“ La melancolía es la afección de la parte media de la cabeza, con privación de la razón... es una infección que domina el alma y que viene del miedo y la tristeza. Y tales pasiones difieren según las diversas lesiones de su funcionamiento. la razón esta dañada...Y estas pasiones vienen a veces de carnes que producen melancolía y a veces de bebidas, de vino fuertes, que queman los humores...de la malignidad de un humor corrompido...”13.

La Pasión  en el Cristianismo.

            Los síntomas característicos de la melancolía fueron a lo largo de varios siglos el miedo y la tristeza. Dentro de los sistemas religiosos la tristeza fue una de las pasiones básicas y la tristitia (aflicción, tristeza, pesar)  era uno de los pecados cardinales de la iglesia.

            A finales del siglo IV, en la iglesia cristiana, según Jackson, el término acedia  era considerado como:

una preocupación, tristeza del corazón, semejante a una aflicción y especialmente dura para los solitarios. Según el Monje Casiano, este estado se caracterizaba por el agotamiento, la apatía, la tristeza o aflicción, la tranquilidad, la aversión a la vida aséptica y conventual, y los anhelos de la familia y la vida anterior. Además estableció que se trataba de un estado conflictivo en el contexto del sistema de pensamiento del cristianismo y sus ocho pecados capitales...”14.

            Así, se introduce el concepto de acedía en el cristianismo, asociado a la melancolía y los estados depresivos.

Es fundamental referirse ahora a los dos períodos mencionados en la introducción y a sus autores más representativos.

San Agustín, representante de la primer corriente, fue el autor de la primera síntesis filosófica del cristianismo realizada entre la fe y la filosofía platónica. Lo esencial en este neoplatonismo cristiano era hacer de Dios la sustancia o sujeto de las “Ideas” platónicas. Así Gambra considera:

“ El alma  y dios son los dos polos fundamentales entre los que se mueve el pensamiento agustiniano”15.

Las obras de Aristóteles tras la caída del imperio romano, se perdieron en occidente. A principios del siglo XIII estuvieron disponibles a través de traducción y comentarios de Averroes. Este siglo es el momento de las grandes catedrales y de las grandes síntesis teológicas filosóficas.

Santo tomas de Aquino fue una de las figuras más importantes de la filosofía escolástica. En este punto es necesario considerar que para Santo Tomas el hombre es la unión de la forma y la materia. En esto se opone al platonismo de San Agustín, ya que el alma no esta accidentalmente unida al cuerpo. Según el autor, el hombre es un compuesto sustancial, el alma hace el papel de forma y el cuerpo de materia. Así, se ve la relación entre las pasiones y los procesos corporales, pero los cambios físicos son acompañantes esenciales de los estados emocionales, no su causa.

Relacionando los dos puntos que nos interesaba destacar de la obra de Aristóteles (relación cuerpo- alma y el lugar de las pasiones), creemos importante subrayar que en relación al primero, Santo Tomás introduce una diferencia respecto a lo que denominamos la tradición de los humores. Al sacar del lugar de la causa al cuerpo, ya no habrá que operar sobre él. Así cobran importancia las cuestiones del alma. Esta estaba constituída por tres niveles: vegetativo, sensitivo y racional, cada uno poseía poderes y capacidades propios. Jackson plantea que para el autor:

“ El vegetativo y racional estaba subdividido en poder cognitivo y poder apetitivo... Para el nivel sensitivo del alma, las facultades cognitivas significaban cinco sentidos externos y cuatro internos, y las facultades apetitivas significaban las pasiones concupiscentes y las irascibles. Para el nivel racional del alma las facultades cognitivas eran la razón activa y pasiva, y las facultades apetitivas se referían a la función de la voluntad”16

            La concepción tomista de las facultades concupiscentes e irascibles están asociadas con las ideas platónicas. Dentro de las facultades irascibles ubica cinco pasiones: esperanza, desesperación, audacia, miedo e ira; y dentro de las facultades concupiscentes son seis las pasiones: amor, odio, deseo, aversión, alegría y triteza17. Considerando que ambas facultades eran  “tendencias hacia objetos aprendidos intuitivamente por los sentidos internos y externos como el bien o el mal, y la intensidad de tales tendencias era la fuente de las pasiones”18. Según Herreros, para Santo Tomas la PASION  era:

“ ...como una atracción o una repulsión que supone la idea de una falta o rechazo, de un mal que se desea evitar... “19.

            Otros autores, plantean que para Tomas la PASION era:

“ ...como lo opuesto a la acción transitiva, o sea, el efecto que la acción transitiva produce en el sujeto padeciente  que recibe su influjo. 20

                        Lo planteado hasta acá es fundamental, no solo en cuanto al lugar de las pasiones sino también en tanto lo lleva a diferenciarse  de la concepción médica y de la concepción psiquiátrica actual, ya que deja entrever algo relacionado con la cuestión subjetiva del ser humano. Esto es importante en relación a un cambio en lo que se concibe como la tristeza (concepto relacionado desde los siglos anteriores con la melancolía). En su obra SUMA TEOLOGICA, Santo Tomás plantea:

“ La tristeza será una insania o abandono de la pasión: como la tristeza resulta de la presencia de un mal, este impide el movimiento de la voluntad y obstaculiza el disfrute de su acto... Si la fuerza del alma es tanta que toda esperanza de evasión ha desaparecido, entonces el movimiento interior del alma que se ha hundido en la angustia queda paralizado hasta el punto que no puede salir ni de un lado ni del otro...” 21.

             La tristeza queda así definida como un abandono de la pasión, un mal que deja al sujeto paralizado, un sujeto que sufre pasivamente de una falta de voluntad. Si bien Santo Tomás sigue considerando la tristeza como un pecado, al introducir la teoría de las pasiones, ubica al padeciente como responsable de su pasividad, como culpable de no llevar a cabo sus actos.

 Resumiendo puede pensarse en dos líneas fundamentales, por un lado el pensamiento platónico que desde la Medicina es tomado por Constantino el africano y en la filosofía cristiana de San Agustín. Esta línea plantea que el cuerpo esta accidentalmente unido al alma y la tristeza en tanto pasión queda ubicada como efecto de un desequilibrio físico, no muy alejado de la teoría de los Humores. Por otro lado, el pensamiento aristotélico es ampliado por Santo Tomás, quien plantea una unidad entre la mente  y el cuerpo, aspecto fundamental porque ubicaría a las pasiones, y con ellas a la tristeza como algo concomitante a los procesos  físicos asociados, aceptándose así la influencia del cuerpo como acompañante sin abolir los aspectos subjetivos. Luego, se observará que esta postura queda como en un estado latente durante el renacimiento para ser retomada siglos después.

Notas


1 Jackson, Stanley W. Capitulo III. Historia de la melancolía y la Depresión, p. 51.

2 Gambra, R. Historia sencilla de la filosofía. p. 115.

3 Jackson, Stanley W., op. cit, p. 54.

4 Ibid., p. 55.

5  Jackson, Stanley W.,op cit , p. 56. 

6 Herreros, G.  Seminario Depresión, Clase 4. Psiconet. p 4.

7 Jackson, Stanley W., op. Cit.., p..5.

8 Jackson, Stanley W., op cit, pag. 58.

9 Constantino el africano  De melancholia, p. 8.

10 Constantino el africano, op cit, pag. 13.

11 Ibid., p. 20.

12 Jackson, Stanley W., op. Cit. ,pag. 58.

13 Ibid., p.59.

14 Ibid., p. 67.

15 Gambra, R. Op cit, p. 123.

16 Jackson, Introducción, op. cit., p. 29.

17  Jackson Stanley W., op. cit.., p 29.

18  Ibid., p. 30.

19  Herrero, G.  op cit, p. 9.

20 Garcia Lopez, Jesus. “ Tomas de Aquino, maestro del orden”, p. 223.

21  Santo Tomas de Aquino. “Suma Teológica”. p. a2. 

Fuente: Universidad Nacional de Mar del Plata. Facultad de psicologia. Trabajo de investigación correspondiente al requisito curricular según plan de estudios O. C. S. Nº143/89. Supervisor: Lic. María Teresa Bertolami. Cátedra de radicación: Desarrollos del psicoanálisis. 6 de diciembre de 2000. Esta monografía es propiedad de las alumnas Ana Paula Cabaleiro, Guillermina Fernandez Mugetti y María Paula Saenz de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata y no puede ser publicada en todo o en parte, o resumirse, sin el consentimiento escrito de las autoras.

El autor de este Sitio agradece expresamente la confianza y el lugar que le han dado las autoras de este trabajo. Gerardo Herreros

  Gerardo Herreros http://www.herreros.com.ar